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"PLAN NACIONAL DE SEGURIDAD CIUDADANA"

Por Virna Martinez Delgado, Jumire Saquiray Vargas, Alexsandra Carrasco Verme, Leshlie Barrera Malca, Nadine Ibañez Torres

Se denomina delincuencia juvenil a todos los actos delictivos que han sido cometidos por jóvenes menores de edad. En Perú, para el año 2018, más de 1700 menores de edad fueron recluidos por casos de robo, agresión sexual y homicidio (Perú21, 2018). Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la mayoría de los casos de delincuencia juvenil en el país han aumentado un 28.6% este año. Por ello, esta problemática es una de las más importantes que afronta el país. Como grupo, hemos presentado cuatro posibles soluciones que ayudarían a reducir el problema de la delincuencia juvenil. La primera de estas se basa en el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana en Ecuador, que busca la legalización de las pandillas con un enfoque de inclusión social. La segunda solución es el Programa Mundial de Implementación de la Declaración Doha de Qatar, la cual busca la prevención de las drogas mediante el deporte. La tercera solución es el Programa de Prevención e Intervención juvenil en Los Ángeles, que consiste en ayudar a los jóvenes en riesgo a tener éxito en la escuela, en el hogar y en la comunidad. La última posible solución es la Campaña televisiva “Pensalo antes”, transmitida en Uruguay, cuyo objetivo es la concientización de jóvenes sobre la buena toma decisiones para su futuro. De las soluciones mencionadas, elegimos la primera como la mejor opción para ser aplicada, ya que consideramos que es la más eficaz y funcional. 

 

En primer lugar, la solución del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana en Ecuador es mejor que las otras por su eficacia frente a las otras propuestas. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, las políticas del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana fueron eficaces, ya que tuvo como propósito la reinserción de muchos jóvenes a la sociedad. También se logró la reducción de la tasa de homicidios del país pasando de 15.35 por cada 100.000 personas en 2011 a 8.17 por cada 100.000 en 2014 (BID, 2018). En cambio, la segunda solución, el Programa de Intervencion y Prevencion Juvenil, ejecutado en Los Ángeles, no logró resultados tan significativos. Al estar enfocado en un sector en específico, los beneficiados con este programa fueron solo 380 jóvenes. Por lo tanto, no se prestó atención a otros sectores donde también existen jóvenes en riesgo de convertirse en posibles delincuentes (Think Health LA, 2009). Por otro lado, la solución ejecutada en Ecuador tuvo un mayor alcance y brindó fondos de estudio y empleo para muchos jóvenes (BID, 2018). Con respecto al Programa Mundial de Implementación de la Declaración Doha, tuvo una efectividad mucho menor, ya que se basaba en la prevención de la delincuencia juvenil mediante el deporte y la educación, pero no brindaba apoyo a los jóvenes ya inmersos en la delincuencia como la solución escogida. La última solución por comparar es una campaña televisiva llamada “Pensalo antes” y tiene como propósito la reflexión por parte de los jóvenes que se sientan atraídos por la delincuencia; sin embargo, no busca la inclusión social de los jóvenes delincuentes que son discriminados al querer alejarse de la vida criminal en comparación con el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana.

 

La siguiente razón por la que escogimos esta solución es su funcionalidad, que se manifiesta al atacar directamente a una de las mayores causas de la delincuencia juvenil, la formación de pandillas.  El Plan Nacional de Seguridad ciudadana contribuye a la reintegración de los jóvenes en la sociedad a través de la legalización de las pandillas para prevenir a quienes se encuentren en riesgo de cometer algún acto delictivo que afecte su juventud y vida cotidiana. En consecuencia, podemos observar que luego de la legalización de una de las pandillas de Ecuador llamada “Latin Kings”, la misma contribuyó con la reducción de homicidios en un 70% en dicho país. En contraste a ello, la campaña televisiva “Pensalo Antes” no ataca las causas de esta problemática. La campaña al ser más débil sólo tiene como finalidad influir en la toma de decisiones de los jóvenes a través de testimonios de los internos. Por lo tanto, no logra atacar directamente alguna de las causas para resolver la delincuencia juvenil, ya que no contribuye de ninguna manera a la formación educacional o cultural que los jóvenes necesitan. Por otro lado, el Programa Mundial de Implementación de Doha  no ataca a los motivos de la problemática , ya que al ser un programa deportivo trata de centrarse solamente en ese ámbito. Este programa no sería el adecuado  porque no ha llegado a cumplir sus expectativas de reducir la delincuencia juvenil al no atacar directamente alguna causa del problema. La última solución por comparar es el Programa de Intervención y Prevención Juvenil, que sí ataca las causas principales, ya que se centra en ayudar a los jóvenes que se encuentran en riesgo por residir en vecindarios peligrosos, pero no lo hace de la manera correcta, ya que solo se centra cómo integrar a cierta cantidad participantes para que no sean excluidos y no a los demás (Think Health LA, 2009). Esta solución no es tan buena como la que elegimos, ya que no tiene un buen resultado cómo realmente se esperaba para ella, por lo cual no llena las necesidades para dicho problema en el país.

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Situación de los jóvenes delincuentes en el Perú.

Fuente: Perú21

Proceso de aplicación de la solución

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Fuente: BBC

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Fuente: BBC

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Fuente: Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

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Resultados

de la 

propuesta 

Fuente: El Universo

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